
Los seguidores de Anrocknio, ya recuerdan entradas en el extinto fotolog, donde el que suscribe, críticaba abiertamente a Mourihno como entrenador. En su época en el Chelsea, ya se dedicaba a encharcar Stamford Brigde y a dejar de cuidar el campo de fútbol, dejando el campo calvo, dos meses antes de la llegada del Barça de Ronaldinho. Sus argumentos para combatir el juego de los de Rijkaard eran empobrecer el espectáculo con el llamado antifútbol, algo propio de los equipos pequeños aguerridos rollo Osasuna en el Sadar. Inevitablemente, Mou, buen entrenador, que no gran entrenador, con los millones de Papá Abramovic, con los de Papá Moratti consiguió sus buenos títulos, todos justos, ya que las ligas las ganan siempre los equipos que se las merecen. Las veces que combatió al Barça con argumentos futbolísticos, salió victorioso. Recuerdo el 4-2 del Chelsea y el 3-1 del Inter donde no se dedicó a especular, y demostró que era posible ganarle al Barça.
Florentino, con la única idea de ganar al Barça de Guardiola sí o sí, fichó al entrenador más mediático, y como buen portugués, se rodeó de los suyos, de la gente que sería capaz de defender su causa por lo civil o por lo criminal. Y lo más sangrante, como buen encantador de serpientes, sedujo a todo el vestuario blanco y a todo el madridismo. Que jugadores como Coentrao, Pepe, Carvalho o Marcelo repartan estopa a diestro y siniestro, es comprensible dentro de unos límites, pero que jugadores como Xavi Alonso (que venía del fútbol inglés, duro pero noble), Sergio Ramos o Arbeloa, empleen tanta dureza con sus compañeros de selección, cuando menos sorprende. Pero no tanto si la consigna viene del entrenador, ese mismo que ha referido en todas sus ruedas de prensa quejas a jugadores por no hacer faltas en el centro del campo. Por eso entiendo que el culpable de la situación, sin perjuicio de la enajenación permanente que reina en la mente de Pepe, es Mou. Su mensaje es claro, si no puedo para a Messi, ni a Xavi ni a Iniesta, lo mejor es dar un buen hachazo en el centro del campo. Analicen sino ustedes las AGRESIONES de Sergio Ramos en el 5-0, las de Marcelo y Arbeloa en la final de Copa, la de ayer de Carvalho (merecedor de roja directa), las reiteradas de Pepe. Un jugador que siempre juega al límite, si se le incita a dar rienda suelta a su agresividad, solo puede tener como resultado el pisotón triste y patético de ayer, tras un rodillazo que deja más que clara la intención del portugués. Esto se refleja en las palabras siempre protectoras de Mou hacía Pepe, un jugador que no debería vestir más la camiseta blanca. Ayer en la rueda de prensa, en vez de criticar al mismo por su aportación deportiva en el partido, refiera que jugó un buen partido. Qué me dice usted de su pasividad en el gol de Puyol de cabeza? No debería haber seguido al gran capitán en una jugada de estrategia más que conocida? Claro, es Pepe, es portugués, porque si el error lo comete Khedira u Ozil, lo hubiese dicho como ya hizo en rueda de prensa en su día.
La actitud de Pepe, y no sólo ayer, es vergonzosa. Este tipo debería recibir una sanción dura y severa. Y no olvidemos, que el Madrid, siempre que ha renunciado al balón, y que se ha encerrado atrás con Pepe de medio centro, ha dado lugar a partidos duros y sucios. Y que el año pasado Pepe se convirtió en el estandarte del madridismo para frenar al Barça de Guardiola. Ese mismo jugador estandarte, es capaz de dar dos patadas seguidas a Alexis, de hacer una placha a la altura de la rodilla a Alves, de pisar a Busquets, de darle cien patadas a Messi en 8 clásicos, y de pisarle mientras estaba en el suelo, sin contar su TEATRO (ese que tanto criticaba Mou y el madridismo en un vídeo remitido a la UEFA sin precedentes). Sí, los jugadores son unos golfos, y lo son todos, se quejan, se tirar y hasta se revuelven en el suelo por nada, pero lo hacen todos. El fútbol no es matemáticas, y entra en juego la picardía. Y jugadores como Di María, Cristiano, Pepe fingen, al igual que lo hacen Pedro, Busquets y Alves, sin olvidar a Mijatovic, a todas las selecciones italianas.
A día de hoy, el madridismo tiene lo que quiere, un entrenador marrullero que ha sido proclamado tras una agresión a otro entrenador a modo de pancarta gigante, y sí, el reflejo que se proyecta en el campo con tanta dureza por el Madrid, es justo lo que predica Mou.
Ilustramos fotograficamente la causa Mou.









